No solo son colores en la oscuridad; es también mi receptor de aromas, la ventilación de mi sentir.
Imagen con escasas sonrisas físicas; una entrañable expresión única; y el reflejo de mis sentimientos en infantiles trazos, son —[NO SOLAMENTE]— el final de un momento de frenesí que, con caballerosidad, me permite sentir la constancia de sus promesas… haciendo mi última línea eterna.
Arriba, la acompañan dos pequeños ojos; un escalón más abajo se encuentra el identificador de mi amor, el mismo que cubre con las sombras del sol a su mensajera de sabiduría. Ella no solo me educa, sino que me seduce para que su imagen no tenga final en este papel… mi papel.
No pretendo que entiendan a mi catalizador de sentimientos, solo quiero dejar para el recuerdo que sí existió.

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